COMENTARIO DE BRENDA SERRANO SANCHEZ

SAVATER

LIBERTAD, VALORES Y EDUCACION
La educación se ha centrado tradicionalmente en la adquisición de un cumulo de información, educar se ha quedado en el concepto estrecho de la palabra, la educación que requiere la ciudadanía debe estar orientada, entre otras cosas, al desarrollo de habilidades lingüísticas que permitan a los alumnos expresarse de manera clara ante los demás, demandando no solo la satisfacción de sus necesidades básicas de alimento, salud, abrigo o seguridad, debe ser capaz de comunicar sus ideas, justificar su existencia y utilidad de las mismas en el bienestar de la comunidad a la que pertenece.
El ejercicio de la libertad que nos confiere vivir en un país democrático demanda de manera inmediata desarrollar en el niño la capacidad de comunicarse eficazmente, de solicitar de forma racional lo que necesito para vivir de manera más digna y humana posible.
Educar para la ciudadanía exige una educación que centre la atención en el desarrollo de personas, autónomas, libres, solidarias y cooperativas capaces de descubrir sus capacidades y la función que pueden desempeñar al interior de la sociedad, reconocer la importancia de este proceso formativo requiere entender que la educación s un asunto más público que privado debido a las repercusiones que tiene una buena o mala educación en la sociedad.
El enemigo más peligroso para las democracias es la ignorancia, la incapacidad de una persona de defender sus derechos como miembro de una sociedad libre y democrática, un ser que desconoce la forma de expresar sus necesidades, que no escucha con atención lo que los demás proponen de una forma reflexiva y analítica. Dicho en otras palabras que no puede persuadir ni es persuadido. No se trata de imponer nuestras ideas de manera violenta o subliminal, persuadir implica convencer fundamentalmente en una base argumentativa solida, que anteponga el bien social.
Este tipo de ignorancia es muy perjudicial ya que una persona ignorante esta condenada a ser utilizada, dominada y esclavizada a los intereses de otros a formar parte de las grandes masas que no tienen identidad propia y se muestran como gigantescos monstruos de instintos y salvajismo.
La escuela es un espacio idónea para educar para la autonomía, dentro de ésta es posible aprovechar situaciones de la vida cotidiana escolar que hagan que el niño ejerza su libertad con responsabilidad. Reconocer alguna problemática de su salón de clases, escuela o localidad, proponer una forma de afrontarla identificándose como actor principal, ponerse en el lugar de algún personaje principal de un texto que haya leído, son ejercicios que favorecen el desarrollo de la autonomía en los niños.
Ser autónomo significa ejercer la libertad, ser libre es el derecho de elegir, poder tomar decisiones ante circunstancias adversas de la vida cotidiana, exponer de manera independiente lo que pienso y lo que creo que es mejor para solucionar algún problema , la responsabilidad es la consecuencia del ejercicio de la libertad.
No existe libertad sin responsabilidad, puedo elegir como actuar ante determinada circunstancia, ello implica asumir las consecuencias positivas o negativas de dichas decisiones.

Es de suma importancia reconocer que como seres sociales requerimos de la ayuda de nuestros semejantes para alcanza metas que como individuo no soy un todo, sino que formo parte importante de un todo, la sociedad a la que pertenezco. La ayuda que yo pueda ofrecer debe ser motivada intrínsecamente, no debe ser un acto obligado debe emanar de la comprensión de lo que otros proponen, de un acto de reflexión, de la persuasión que alude Savater en esta conferencia. Un aspecto más que se debe considerar en una buena educación es el desarrollo de la solidaridad, comprender que necesitamos ayuda, no solo de un individuo sino de mayoría de los integrantes de la sociedad en la que vivimos para lograr materializar nuestras ideas con el fin de tener una vida digna.
Fomentar los valores de libertad, solidaridad, cooperación y participación dentro de la escuela primaria no es un a tarea fácil, requiere de una transformación intelectual de los docentes, padres de familia y autoridades educativas. Reconocer que tenemos una misión muy importante en la mejora de la educación que se ofrece, ser los docentes quienes educan y no dejar que otros medios eduquen a la ciudadanía bajo la imposición de otros valores que denigran a los seres humanos.

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